Debido a la diferencia de densidad, el agua de la
superficie apenas se mezcla con el agua fría y rica en minerales de las
capas inferiores, que podría reponer las sales consumidas. Por esta razón, en las
regiones superiores del mar de los Sargazos apenas existe vida animal, y
carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da el nombre, el sargazo, que forma grandes campos,
rebosantes de organismos marinos.
El mar de los Sargazos se
caracteriza por dos fenómenos biológicos: las algas Sargassum natas y
las anguilas, que cada año regresan a esta zona del Atlántico en grandes
cantidades. En los siglos XVIII y XIX, los seres humanos se preguntaban
por qué no se encontraban crías de anguilas en las aguas de Europa y
América. Este enigma fue finalmente resuelto por un biólogo danés a
principios del siglo XX. La respuesta: el mar de los Sargazos.
Cría de Anguila:
Cuando alcanzan unos 10 años de
edad, las anguilas de agua dulce emigran desde las aguas de Europa y
América hasta el mar de los Sargazos. Allí se aparean y luego las
hembras desovan en las cálidas aguas, con temperaturas superiores a los
20° C; cada animal deposita unos 20 millones de huevos. Tras el desove,
las hembras mueren. Los huevos se transforman en pequeñas crías de
anguila, casi transparentes, que se alimentan de plancton. El remolino
oceánico del mar de los Sargazos transporta consigo a las pequeñas
anguilas durante unos tres años. Cuando alcanzan un tamaño de unos 8
centímetros, comienzan su viaje hacia los continentes y se reúnen en
grandes cantidades en las desembocaduras de los ríos para iniciar su
migración contracorriente.
Anguila:
No hay comentarios:
Publicar un comentario